Llegamos a la Terminal Sur de Medellin a las 6 de la mañana, con la idea de hacer tiempo para que la capital de la paisa Antioquia se despierte y adquiera su devenir eterno de gente. No faltó mucho hasta que llamamos y conseguimos hospedaje en el centrico "Botero Plaza" (Carrera 50 A y casi Parque Botero).

La ciudad paisa nos recibio con un clima calido, nublado pero bien pesado, constante en sus 30/31 grados. Atras quedaba el ultimo dia en los cafetales y en Armenia, donde recorrimos su centro, comimos unas hamburguesas de explosion (creo le echaron a las mismas todo la camida del quindio colombiano) y nos quedamos en un bar haciendo tiempo para nuestro micro de las 23.30 hs. Justo a la hora en que la capital del Quindio parecia ponerse chevere de rumba y mujeres, cual una maldicion, tuvimos que "volar" a la Terminal a hacer las 6 horas y media que nos trajó hasta Medellin.
Por la tarde paisa hicimos de todo: visitamos el Parque Llera (la Zona Rosa de bares y restaurantes) y hasta nos fuimos al Monumento a Gardel en el Aeropuerto Olaya Herrera de Medellin, donde el cantor historico falleció. Alli nos retratamos tratando de que no salgan en las fotos las placas de River Plate y de Indesingente, que se hallaban a sus espaldas, sin encontrar sorpresivamente rastros de placas de la gloriosa academia, club del que era reconocidamente hincha Gardel, ni Boca, en el caso de Matias. No importó tampoco que la polemica entre Uruguay y Argentina sobre su nacionalidad se observara en las placas de Consules Uruguayos o Instituciones argentinas que pasaron por aqui en algun momento.
Siguiendo los dichos de un amigo taxista que sabiamente nos dijo "A veces hay que gozar y olvidarse del mundo", a la noche nos fuimos de rumba al Parque Lleras, barrio del Poblado, para ver sin temor a equivocación a las mujeres más lindas de Colombia. Hasta nos retratamos una foto con un cantante famoso de reggaeton que ninguno de los dos supo su nombre, pero que el lugar donde bailamos hizo explotar.
Medellin, ciudad de andar blasfemo, nocturna de luz y frijoles en "bandejas paisas", donde en ocasiones tu cercania de gente asusta y otras veces humilla de tanta belleza, su poco tiempo que la recorrimos nos mostro sus mejores caras: ciudad de parques y metro, de unidad deportiva Atanasio Girardot, de mujeres de ensueño, y modernidad de arte.
Con nuestra mejor cara de sabado y con su "verde del monte" - como le dicen al Atletico Nacional de Medellin que adoptamos como propio, primero por su pasión y segundo en mi caso porque obviamente no me simpatiza el Independiente de aqui -, descubrimos tu Ron Medellin y nos olvidamos de tus años de violencia. En la Terminal del Norte, esperando que la empresa La Brasileña nos deposite en la heroica Cartagena y empecemos los dias de sol y mar, se escriben estas ultimas lineas, esperando cual nota al pie de pagina que las falencias de escritura me sean disculpadas, lo mismo que las faltas de ortografia. Esto, se imaginan, se escribe en lugares más que urgentes, y justo cuando el clasico paisa hace que grite un gol de Lechuga Maggiolo para el Nacional, por eso de que un clasico es un clasico e Independiente es mi contracara.
Segunda ciudad de Colombia, centro cultural de este pais, valle rodeado por montañas y casas rojas, casi no te conocimos y sin embargo ya comenzamos a extrañarte.
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