"Colore: rubino vivace tendente al granato con l'invecchiamento.
Odore: intensamente vinoso, talvolta con profumo di mammola
e con più pronunziato carattere di finezza nella fase di invecchiamento.
Sapore: armonico, sapido, leggermente tannico, che si affina
col
tempo al morbido vellutato; il prodotto dell'annata che ha subito
il
«governo» presenta vivezza e rotondità".

Aqui hay un cafe gelateria llamado Sandy que arropa las discusiones viejas
de un poblado de anhelo, entre brusquetas de albahaca, mozzarella y tomate,
entre el cafe espresso de cada momento. Aqui donde sus damas y caballeros de
antano se sientan separados, y donde se arreglan, aqui igualmente, los problemas
del mundo en compania de una grappa.
El siguiente dia conoci Firenze. Y ante eso uno queda corto. Ciudad de mundo violeta y Medici, de calle y pequenes, de reves y mujer, y yo, casi descalzo de tiempo, hallandome perdido con ese pasado glorioso, constante, de Ponte Vecchio. Para conectar el Palazzo Vecchio (el palacio municipal de Florencia) con el impresionante y palatino Palazzo Pitti (el cual contiene obras de Rafael, Tiziano, Correggio, Rubens y Pietro da Cortona), en 1565 Cosimo I le solicitó a Giorgio Vasari que construyera el famoso Corredor vasariano sobre el puente, el cual da una vuelta a la Torre de Mannelli porque, nos dijeron, los dueños de la misma no permitieron que fuera alterada o destruida para la construcción del corredor. Y ademas, para aumentar el prestigio del puente, en 1593 les prohibió a los carniceros realizar sus actividades comerciales en ese lugar, por lo cual y al igual que hoy dia, el sitio fue inmediatamente ocupado por joyeros y comerciantes de oro.
Conoci tambien por perderme en una callejuela la casa del Dante (1265-1321), sobre la via de su nombre, con el empeno de divina comedia y el Arno, con su torre. "Io fui nato e creciuto sobra il bel fiume d'arno alla gran villa" decia el cartel cercano a su morada, contiguo a la Piazza San Martino. Activo en las luchas politicas de su tiempo, desterrado de su ciudad natal y defensor de la unidad italiana, el padre de ese idioma y de los tercetos encadenados, es aun hoy fuente de inspiración de muchos y transición del pensamiento medieval al renacentista. Volviendo a la ciudad, a lo mismo que el Dante, uno realmente se queda sin palabras ante su quietud maldecida, ante su Duomo, su Miguel Angel, su torre y su todo diminuto y grande. Leon de los infiernos, contigo y sin tiempo, descubro que alguna vez conocere de nuevo la tarde de sol que anida a Piazza San Marco y se escriben estas lineas. Gracias a un mozo de esos tipicos y gritones, pregunte por "Amici Meu" y me sorprendi de su conocimiento, que hizo que tomara un bus hasta el "Negroni", el bar donde se recreo ese film divino para mi y mi historia, cuando casi se despedia la tarde. Ya cambiado, con el Arno a escasos metros, en la Via Dei Renai y la Piazza Nicola Demidoft, acabo por alegrarse mi alma, con esos cinco gemelos rostros ("in un bellissimo quartiere animato da altri bar e punti di incontro" segun lo profesa su historia alli) y sus "recuerdos de Italia" que no podia dejar de fotografiar.
Despues de un dia vuelvo a los campos de Chianti, campos de vinedos y tonalidades, que ojean los futuros que cuidan este ya patrimonio de mi corazon. Noches de viento suave y engrillado, que observan las pocas luces de abajo de la colina, siempre tintineantes, siempre anochecidas. Acabando mis dias aqui, esta prisa de Firenze y Pisa que se maldicen, blinda, sientiendo, toda la noche en que escribo estas lineas, en el marmol que apoya mi espesura. Radda fue descanso de trajin y campina Toscana. Fue casi el sentir de un sueno claro y fragil, que, de tan fragil, parece terminar. Rumor (del latino clangor) que parece deber su nombre a esta region de Siena, se acaban mis lineas y mi corazon.
El siguiente dia conoci Firenze. Y ante eso uno queda corto. Ciudad de mundo violeta y Medici, de calle y pequenes, de reves y mujer, y yo, casi descalzo de tiempo, hallandome perdido con ese pasado glorioso, constante, de Ponte Vecchio. Para conectar el Palazzo Vecchio (el palacio municipal de Florencia) con el impresionante y palatino Palazzo Pitti (el cual contiene obras de Rafael, Tiziano, Correggio, Rubens y Pietro da Cortona), en 1565 Cosimo I le solicitó a Giorgio Vasari que construyera el famoso Corredor vasariano sobre el puente, el cual da una vuelta a la Torre de Mannelli porque, nos dijeron, los dueños de la misma no permitieron que fuera alterada o destruida para la construcción del corredor. Y ademas, para aumentar el prestigio del puente, en 1593 les prohibió a los carniceros realizar sus actividades comerciales en ese lugar, por lo cual y al igual que hoy dia, el sitio fue inmediatamente ocupado por joyeros y comerciantes de oro.
Conoci tambien por perderme en una callejuela la casa del Dante (1265-1321), sobre la via de su nombre, con el empeno de divina comedia y el Arno, con su torre. "Io fui nato e creciuto sobra il bel fiume d'arno alla gran villa" decia el cartel cercano a su morada, contiguo a la Piazza San Martino. Activo en las luchas politicas de su tiempo, desterrado de su ciudad natal y defensor de la unidad italiana, el padre de ese idioma y de los tercetos encadenados, es aun hoy fuente de inspiración de muchos y transición del pensamiento medieval al renacentista. Volviendo a la ciudad, a lo mismo que el Dante, uno realmente se queda sin palabras ante su quietud maldecida, ante su Duomo, su Miguel Angel, su torre y su todo diminuto y grande. Leon de los infiernos, contigo y sin tiempo, descubro que alguna vez conocere de nuevo la tarde de sol que anida a Piazza San Marco y se escriben estas lineas. Gracias a un mozo de esos tipicos y gritones, pregunte por "Amici Meu" y me sorprendi de su conocimiento, que hizo que tomara un bus hasta el "Negroni", el bar donde se recreo ese film divino para mi y mi historia, cuando casi se despedia la tarde. Ya cambiado, con el Arno a escasos metros, en la Via Dei Renai y la Piazza Nicola Demidoft, acabo por alegrarse mi alma, con esos cinco gemelos rostros ("in un bellissimo quartiere animato da altri bar e punti di incontro" segun lo profesa su historia alli) y sus "recuerdos de Italia" que no podia dejar de fotografiar.
Despues de un dia vuelvo a los campos de Chianti, campos de vinedos y tonalidades, que ojean los futuros que cuidan este ya patrimonio de mi corazon. Noches de viento suave y engrillado, que observan las pocas luces de abajo de la colina, siempre tintineantes, siempre anochecidas. Acabando mis dias aqui, esta prisa de Firenze y Pisa que se maldicen, blinda, sientiendo, toda la noche en que escribo estas lineas, en el marmol que apoya mi espesura. Radda fue descanso de trajin y campina Toscana. Fue casi el sentir de un sueno claro y fragil, que, de tan fragil, parece terminar. Rumor (del latino clangor) que parece deber su nombre a esta region de Siena, se acaban mis lineas y mi corazon.
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