Tu repaso en Cumaná

"Aquí esta el donde y el cuando
de cuando sueño contigo;
aquí esta donde te digo
lo que te digo soñando"
Andres Eloy Blanco

Hoy me recuerda este mundo tus manos,
cuando me tocan y olvidan aquel mundo.
Descanso de ti y a la vez me lleno de tu recuerdo,
como alguien que elogia los imposibles.
Tu sensible andar hace de ti mi reflejo,
anhelo, despecho, por tu latido en el mío,
y este atardecer detenido y rojizo, cual profundidad,
te extraña en mis entrañas,
y se quiebra de un soplido.
La rompiente del agua en mis pies,
me adormece del mundo en instantes callados,
despistando mis ansias por tu tacto.

Justicia de tierras distantes que nos separan
siempre acontecen en ambos mirares, y no se
realmente, si es la distancia que te refleja,
o mi callada impresión de madrugada.

A veces consigo que todo no lleve tu nombre.
Que la rutina no convoque a estos quereres desusos.
Mas sí de sincero habría de verte, una vez más,
tendría que largar todo y marcharme,
y sin nada, ni nadie, estar, y respirarte.
Pero que le puedo decir a este miedo, signado de mi,
distancia del des-con-suelo en alegre visión,
que no sea otra cosa que un después, deseoso,
de creer que su gracia puede contigo, mujer eterna.

Bonito es el recuerdo esta tarde de sol,
de Caribe, cascos viejos, poetas muertos, acezantes.
Tranquilidad de otro mundo, que medita tu llegada,
y te hace parte de mis ansias, cual porvenir inconsciente.

Tendría que ofrecerte el comprar esta mañana de “ahorita”,
a punto de salir, tras las luces primeras y sordas del firmamento.
Y perdernos del mundo hostil de ambos,
amaneciendo en constelaciones de trópicos,
y ciudades bañadas por la sal y los naranjas entardecidos.

Y en sitios despintados del planeta,
dejar a salvo nuestras presencias,
para callarnos al fin en nuestros regazos,
y construir sociedades nuevas sobre ruinas viejas,
e inventar oraciones para las estrellas del cielo.
Ese que esta a punto de perecer.
Ese que ahora casi empieza, nuevamente,
y te lleva tan lejos.